A Don Bosco le motiva la esperanza en las posibilidades de cambio de toda persona. Le inspira la esperanza de que una sociedad justa – que cuida y protege a los más débiles – encierra el secreto de la verdadera grandeza. Por eso se juega por los derechos de los jóvenes cuando visita las cárceles; cuando “negocia” con los patrones de los jóvenes contratos de trabajo justo; cuando promueve asociaciones de socorros mutuos entre sus muchachos; cuando cuida al detalle las condiciones de vida que ayuden a todos sus oratorianos, especialmente los más frágiles, a vivir en plenitud. El primer día de la novena, coincide con el recuerdo de la Beata Laura Vicuña, muchacha vulnerada en sus derechos que supo defenderlos acompañada por sus educadores y su gran fe. Por eso queremos comenzar esta novena recordando a tantos y tantas jóvenes víctimas de diversos tipos de abuso y explotación. Peregrinos con los jóvenes como Don Bosco, queremos ser una familia educativa que acompaña, defiende y custodia los derechos, denunciando y combatiendo todo aquello que los vulnera o pone en riesgo, porque estamos ¡Anclados en la esperanza!
ORACIÓN:
Oh Dios, Padre bueno,
que llenaste el corazón de Don Bosco
de una ardiente caridad pastoral y una esperanza activa,
ayúdanos a seguir sus pasos
mediante un compromiso decidido por todos los jóvenes,
especialmente por aquellos que están amenazados
en sus derechos y libertades.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
• Ponemos una intención especial por las y los jóvenes marginados y víctimas de la vulneración de sus derechos y de cualquier tipo de abuso y violencia.