NOVENA DON BOSCO
Don Bosco: padre, maestro y amigo peregrino de la esperanza
DÍA 4
“Educar no es llenar un cántaro, es encender una llama” (William Yeats). La confianza por las personas, junto con la presencia y acompañamiento, llevan a Don Bosco a la convicción de que un verdadero proceso de transformación, que haga crecer lo mejor de sus jóvenes, pasa por la educación: un camino de acompañamiento sistemático que ayuda a la persona a desarrollarse y madurar.
Desde el inicio de su obra, con el oratorio, propone estrategias y caminos educativos. Para responder a esta misión va enriqueciendo progresivamente su propuesta, no porque quiera “agrandar estructuras” sino porque anhela “aumentar posibilidades” educativas.
Como Don Bosco, también nosotros optamos decididamente por la educación, nos sumamos al Pacto Educativo Global propuesto por el Papa Francisco, reavivando nuestro compromiso por y con las jóvenes generaciones, renovando la pasión por una educación más abierta e incluyente, capaz de la escucha paciente, del diálogo constructivo y de la mutua comprensión y movidos por un sueño de una sociedad impregnada de valores cristianos, tal como Don Bosco lo soñó.
En este cuarto día de la novena de Don Bosco, renovemos nuestra pasión educativa que hace; que cada ambiente donde nos movemos: familia, escuela, patio, grupo juvenil, misión, amigos, comunidad… sean un verdadero espacio de crecimiento y desarrollo, hasta llegar a la estatura de Cristo, el hombre nuevo. Porque somos auténticos educadores
¡Anclados en la Esperanza!
ORACIÓN:
Hoy queremos mirar a nuestra Madre y Maestra,
y, por intercesión de la Auxiliadora, renovar nuestro pacto educativo.
Ayúdanos a hacer de cada espacio y encuentro
un lugar donde se abran caminos, se desplieguen procesos, se estimule al crecimiento y a la plena madurez.
Ayúdanos a ser educadoras y educadores en todo tiempo y lugar, para continuar el camino de esperanza en el que nos colocó nuestro padre, hermano y amigo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
• Ponemos una intención especial por los educadores, para que renueven con entusiasmo su vocación y misión transformadora