MOTIVACIÓN:
María, consuelo de los afligidos, nos enseña a estar cerca de quienes sufren, ofreciéndoles apoyo y esperanza.
CANTO:
FRASE BÍBLICA:
Jesús le responde: «¿Qué tengo yo contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora.» Dice su madre a los sirvientes: «Hagan lo que él les diga» (Jn 2).
MEDITACÍON - REFLEXÓN:
El corazón de María, simboliza la fe y la esperanza que impulsan a construir espacios educativos llenos de alegría y comunidad, donde se promueva el aprendizaje y la transformación personal, pero con la amabilidad y dulzura.
María ha aprendido a ser discípula y misionera, sabe sentir la necesidad de los otros, sale de sí y siente con el otro. Se hace sensible a las necesidades, al dolor, al sufrimiento de los que están a su alrededor, pero además lo hace con prudencia, delicadeza. Y luego va más allá, pide no para ella, no para su comodidad, no para aparecer como la madre de Jesús…pide para los otros. ¿Qué nos enseña hoy a nosotros esta actitud de María? ¿Queremos correr el riesgo como ella de que nos digan posiblemente no?
La esperanza como motor: Es la fuerza que impulsa la construcción de comunidades educativas, llenas de fe y encuentro con Dios.
El corazón de María: Es un símbolo de fe y esperanza, representando la fuente de inspiración para la construcción de comunidades unidas en la fe.
Nuestras Comunidades educativas deben fomentar la alegría, la fe y el desarrollo integral de los estudiantes, docentes y familias.
Reflexión sobre la importancia de la unidad y la fraternidad en tu comunidad. ¿Cómo puedes fortalecer los lazos de esperanza entre todos?
COMPROMISO:
Promueve un ambiente positivo y de colaboración en tu aula o grupo.