CAMBIA TU ESTILO, CAMBIA TU VIDA
PALABRA DE DIOS
Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.
Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
Y no nos metas en tentación, más líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.
Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; más si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.
MT 6, 7-15
REFLEXIÓN BREVE
La vida pasa sin apenas darnos cuenta, pasan los días, las semanas, los meses… los años, y cuando conseguimos pararnos y mirar atrás, nos damos cuenta de que apenas hemos hecho nada con el regalo más maravilloso que Dios no ha dado: LA VIDA.
Ojalá que en estos días de cuaresma seamos capaces de parar y buscar en nuestros sueños, deseos y anhelos, aquello que nos ayudará a llevar una vida plena, sencilla, al estilo de Jesús, en la que el servicio a los demás, sea nuestro motor cada día. Que encontremos en nuestra vocación, la llamada, la clave, para cambiar nuestro estilo de vida acomodado, consumista o despreocupado, por una vida que nos haga ser testigos y protagonistas del
Reino de Dios. Un estilo de vida que nos haga co-responsables con nuestra Casa Común y con nuestros hermanos y hermanas del mundo, sin importar de donde vengan. Cómo estamos llamados a hacer.
ORACIÓN
- Entre tu sed y la mía
- Entre tu sed y la mía una canción y un silencio, una cita de amor y un anhelo, una conversación, un abrazo, nunca un adiós, siempre un te amo.
- Entre tu sed y la mía un espacio a la vez infinito y cercano en la caricia entrañable de sentirnos amados.
- Entre tu sed y la mía se me pasan los días queriendo más, más y más tu aceite en mis heridas.
- Entre tu sed y la mía un suspiro, una brisa, una tormenta, una semilla y un profundo deseo: fundirnos y eternamente bebernos.
- Entre tu sed y la mía un brocal lleno de sueños, lirios del campo y unos versos sueltos, aves volando sin miedo, surcando la fraternidad del reino.
- Y así trascurren mis días: entre tu sed y la mía, tu Espíritu y una oración que susurra: soy el Agua viva.
ENTRA EN TU INTERIOR
Señor, tengo: Sed de ser en esencia. Sed de unidad. Sed de amor y verdad. Sed de justicia y fraternidad. Sed de paz interior. Sed de Dios.
Solo quienes tienen sed, siguen caminando y buscando; luchan, caen y se levantan; se encuentran a corazón descubierto con quienes deambulan por la vida buscando agua para sus desiertos. Nos empeñamos en apagar la sed en lugares equivocados.
Ojalá que nuestro más profundo deseo nos lleven a explorar el pozo interno que nos habita.
ORACIÓN FINAL
Señor Jesús, que la sed y el Agua Viva, la oración y el silencio, el Espíritu y su aliento, me de VIDA.
Jesús, que tu vida sea mí ejemplo y tu Palabra, el espejo donde mirarme. Que mí sed de amor y justicia me ayuden a ser luz del mundo y sal de la tierra, allá donde quieras llevarme, allá donde más me necesiten.
Jesús, te entrego, mis manos, mis pies, mis ojos y mi boca, para trabajar, caminar, ver y denunciar los desastres de este mundo. Jesús, te entrego mí corazón, para curar amando, Para amar curando.
Gracias Jesús, por el Agua Viva que me das.
Amén