Uno de los grandes éxitos de Don Bosco como educador fue el haber logrado que un joven suyo, Domingo Savio, alcanzara la Santidad.En un sueño, Don Bosco le pregunto.
- ¿Y dime, Domingo Savio, ¿qué fue lo que más te consoló a la hora de la muerte?
- Lo que más me consoló a la hora de la muerte fue la asistencia de la poderosa Madre de Dios.
Diles a tus discípulos que no dejen de invocarla mucho durante toda su vida.