RAHMA ES NOMBRE DE MUJER...
PALABRA DE DIOS
En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo esta parábola: “Había una vez un propietario que plantó un viñedo, lo rodeó con una cerca, cavó un lagar en él, construyó una torre para el vigilante y luego la alquiló a unos viñadores y se fue de viaje.
Llegado el tiempo de la vendimia, envío a sus criados para pedir su parte de los frutos a los viñadores; pero éstos se apoderaron de los criados, golpearon a uno, mataron a otro, y a otro más lo apedrearon.
Envió de nuevo a otros criados, en mayor número que los primeros, y los trataron del mismo modo.
Por último, les mandó a su propio hijo, pensando: “A mi hijo lo respetarán”. Pero cuando los viñadores lo vieron, se dijeron unos a otros: “Éste es el heredero. Vamos a matarlo y nos quedaremos con su herencia”. Le echaron mano, lo sacaron del viñedo y lo mataron. “Ahora díganme: Cuando vuelva el dueño del viñedo, ¿qué hará con esos viñadores?”.
Ellos le respondieron: “Dará muerte terrible a esos desalmados y arrendará el viñedo a otros viñadores, que le entreguen los frutos a su tiempo”.
Entonces Jesús les dijo: “¿No han leído nunca en la Escritura: La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra angular, esto es obra del Señor y es un prodigio admirable? Por esta razón les digo que les será quitado a ustedes el Reino de Dios y se le dará a un pueblo que produzca sus frutos”.
Al oír estas palabras, los sumos sacerdotes y los fariseos comprendieron que Jesús las decía por ellos y quisieron aprehenderlo, pero tuvieron miedo a la multitud, pues era tenido por un profeta.
Mt 21, 33-43. 45-46.
REFLEXIÓN BREVE
A través de nuestra participación diaria con mujeres en “Ghosn” (sesiones de apoyo psicológico focalizado para mujeres), descubrimos hasta qué punto una mujer es capaz de empatizar y ponerse en el lugar de los demás (su marido, su hijo, su vecina, etc.), y al mismo tiempo lo vulnerable que es al juicio, especialmente de otras mujeres: “Estás divorciada... Eres una letra caída”.
Descubrimos cuánto es capaz de perdonar y distinguir entre la persona abusiva y su comportamiento, y al mismo tiempo cuánto se culpa y se condena: “Sigo soltera... No merezco amor”... Descubrimos cuánto da: de todo lo que tiene y todo lo que puede, y al mismo tiempo, lo vulnerable que es a agotarse y no ser apreciada ni siquiera por aquellos más cercanos a ella: “Te has quedado viuda... y te quedarás en casa”.
Sí, “Rahma” (misericordia) es el nombre común de nuestras mujeres, es nuestra identidad... Rahma proviene originalmente de Rahm “útero” donde se teje la vida nueva y donde cohabitan esperanza y el dolor... Una misericordia en la que intentan vivir en sus vidas y se esfuerzan a darla a los demás... ¿De dónde obtienen el coraje y la resiliencia para continuar?
ORACIÓN
Coloco frente a mí un icono de la Virgen María...
Contemplo en silencio su mirada al niño Jesús...
Contemplo su mirada hacia mí...
Le ofrezco mi corazón... pongo en sus manos a todas las mujeres y personas que están sometidas al dominio y la violencia... pongo en sus manos a quienes juzgan a los demás sin piedad.
Oración
Virgen de la Anunciación... enséñanos a confiar antes de juzgar... a hacer lugar a la misericordia de Dios en nuestros corazones...
Virgen de la Visitación... empújanos rápidamente hacia los demás, especialmente hacia aque-llos que no reciben misericordia de las miradas de las personas...
ENTRA EN TU INTERIOR
Preguntas para la reflexión personal
- ¿En qué momentos me resulta difícil tener compasión de mí mismo?
- ¿De dónde saco la energía para perdonar?
- ¿Hay misericordia a pesar del dolor?
- ¿De qué manera vivir la compasión cambia mi vida?
ORACIÓN FINAL
Virgen de la Anunciación... enséñanos a confiar antes de juzgar... a hacer lugar a la misericordia de Dios en nuestros corazones...
Virgen de la Visitación... empújanos rápidamente hacia los demás, especialmente hacia aquellos que no reciben misericordia de las miradas de las personas...
Virgen del Magnificat... danos las palabras apropiadas para llevar la verdad y la bondad,
la justicia y el perdón...
Virgen de la Navidad... enséñanos a sentir misericordia en el corazón de lo que ven nuestros ojos...
Virgen de Caná de... enséñanos a estar presentes con vigilancia, cercanos con el dar: tal como somos y con todo lo que tenemos.
Virgen del Calvario... Quedate de pie a los crucificados hoy: víctimas de la violencia, la intolerancia y la discriminación... fortalece nuestros pasos de solidaridad...
Virgen del Cenáculo... enséñanos a aceptar a los demás como son y no como queremos que sean... enséñanos a apoyarnos unos a otros