Sábado_24

LA SOCIEDAD DEL AMOR

PALABRA DE DIOS

Ustedes han oído que se dijo: “Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo”. Pero yo digo:

Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen, para que sean hijos de su Padre que está en los cielos. Él hace que salga el sol sobre malos y buenos, y que llueva sobre justos e injustos.

Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa recibirán? ¿Acaso no hacen eso hasta los recaudadores de impuestos? Y si saludan a sus hermanos solamente, ¿qué de más hacen ustedes? ¿Acaso no hacen esto hasta los gentiles?

Por tanto, sean perfectos como su Padre celestial es perfecto.

Mt 5, 43-48

REFLEXIÓN BREVE

Ayer hablábamos del perdón como camino para acercarnos a nuestro Padre, como algo que debemos cuidar en nuestro interior.

A veces se nos hace difícil llegar a él porque nos encontramos muchas barreras en el camino, una de ellas sería el egoísmo que hace que en ocasiones no podamos ver la empatía en los demás.

Un ejemplo es cuando un amigo me hace daño, primero lo odiamos y después lo perdonamos, pero ¿No sería más fácil preguntarnos por qué ha hecho tal cosa y no dejar que el odio y la rabia nos invada?

La respuesta es clara, nos cuesta ser empáticos con los demás, quizá se debe a que día a día no cultivamos esa empatía en una sociedad que tiende a ser cada vez más individualista y que se olvida de ser prójima.

Pero a lo mejor no debemos esperar una gran respuesta y actuar con aquellos que están cerca nuestra para contribuir a generar la sociedad del amor, una en la que todos tengan las mismas oportunidades y hablemos un mismo lenguaje, sin diferencias, sin barreras, sin enemigos.

ORACIÓN

Te pedimos Señor que cultives en cada uno de nosotros el amor y la empatía hacia los demás, que formen parte para así poder desterrar la rabia y el odio de nuestros corazones y que puedan estar libres de todo mal teniendo como objetivo contribuir a crear una sociedad donde el amor sea el valor principal.

ENTRA EN TU INTERIOR

Ahora entra en tu interior y escucha tu corazón, cada latido.

Piensa en alguna persona que te haya hecho daño y escucha como se escucha nuevamente tu latido.

Si va en aumento es porque quizá aún sigue la rabia y deberías de reflexionar que te aporta tenerla dentro.

Piensa en dichos latidos y cómo puedes hacer que estén únicamente llenos de amor…

ORACIÓN FINAL

No olvidemos la lección más importante, pero también la más bonita que nos dio Jesús: “Ama al prójimo como a ti mismo”.

Hagamos que esta enseñanza esté presente en nuestro día a día y contribuyamos a que no desaparezca nunca para que así esa sociedad del amor pueda ser una realidad.